

Toxina Botulínica
La toxina botulínica permite inhibir en forma selectiva los grupos musculares responsables de las arrugas de expresión, fundamentalmente las patas de gallo, las arrugas frontales y las arrugas del entrecejo. Se aplica mediante micro-inyecciones directamente en el músculo para relajarlo temporalmente. La pérdida del efecto es gradual y la duración de sus resultados es de 4 a 6 meses, dependiendo de cada paciente, aplicación y dosis.